viernes, 26 de diciembre de 2008

Mi delirio sobre Miraflores

Escrito por Yvonne Dasilva Ayala
Publicado en Nueva Prensa Guayana el domingo, 14 de diciembre de 2008
http://nuevaprensa.com.ve/content/view/12020/2/

El delirio sobre Miraflores, es tan fuerte que extralimita todos los pensamientos, proclamas, discurso y material elaborado por Simón Bolívar, quien ha sido precisamente y supuestamente la bandera política de este Gobierno llamado Bolivariano. Ahora, vaya usted a saber cuál sería el delirio que conduce al presidente a mantenerse en el poder “a juro y porque sí”, como es él.

Me pregunto si Mi delirio sobre Miraflores, es producto de una apología a “Mi delirio sobre el Chimborazo” de Simón Bolívar, porque de ser así el delirio febril y el fuego extraño y superior que embargaba la mente de Bolívar, era el Dios de Colombia que lo poseía. Supongo entonces que el presidente lo habrá sustituido por el Dios de Venezuela.

Pero este delirio por quedarse en Miraflores, producto en parte, del arrebato que produce la soberbia del perdedor, está mal conducido bajo todo punto de vista, no tiene base legal, ni moral, y mucho menos bolivariana, pero sabemos que los súbditos que están en el poder buscarán la forma. Sobre este particular voy a tomar como ejemplo su propia bandera: Simón Bolívar. (Por cierto mi madre era bolivariana y nunca creyó en el presidente Chávez)

Bolívar decía: “Las cosas para hacerlas bien es preciso hacerlas dos veces: la primera enseña la segunda”. ¿Qué tal? Está muy claro. Eso quiere decir que la primera que fue el 2-D dijimos NO; luego vino la segunda vez y aprendiendo de la primera, volvimos a decir NO el 23-N; que aunque eran objetivos diferentes, se evidencia porque la mayoría está en la oposición. Pero el hombre sigue sin entender e insiste en una reelección. ¿Dónde está ese pensamiento bolivariano que persiste en mantenerse en el poder? Ya sabemos que no es bueno eso de permanecer indefinidamente en el poder lo cual no lo repito porque esta más que dicho.

También dijo Bolívar: “El verdadero guerrero se gloria solamente de vencer a sus enemigos, mas no destruirlos”. ¡Que se vaya al carrizo este pensamiento! “Al enemigo ni agua”. Y es tan incongruente; como ejemplo tenemos a Manuel Rosales que aún cuando ganó la alcaldía de Maracaibo lo quiere destruir, sin mencionar las amenazas y obstáculos dirigidos a todos aquellos que ganaron. Un elemento más para reiterar que volvimos a ganar el 23-N.

Bolívar dijo: “El hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad”. Dónde están los hombres de honor del gobierno bolivariano? No hay. Pues no hay quien defienda los derechos de los ciudadanos, porque todo está en las mismas manos. Tenemos el caso de inhabilitaciones burlescas; presos políticos; juicios interminables y otros juicios que no comienzan; otro caso, Carlos Chancellor, quien fue electo Alcalde del Municipio Sifontes estando en prisión en Ciudad Guayana y aún no lo liberan. Y usted sabe que decía Bolívar sobre esto? “Calma, calma, calma; retardo, retardo; cumplimientos; palabras vagas; consultas; exámenes, retorsiones de argumentos y demandas; divagaciones sobre la naturaleza de la cuestión y de los documentos…y siempre mucha cachaza y mucho laconismo para no dar prenda al contrario.” Ni así han podido. Ganamos el 23-N. Insisto, este pueblo dijo no.

Simón Bolívar, decía: “Me vería como un hombre indigno, si fuere capaz de asegurar lo que no estoy cierto de cumplir”. ¡Cuántos ofrecimientos! ¡Cuántas mentiras! Sería muy largo de contar. Y aquí prevalece, para este enemigo de la religión, otro pensamiento bolivariano: “La religión gobierna al hombre en la casa, en el gabinete, dentro de sí mismo: solo ella tiene derecho de examinar su conciencia…” Otro pero más, si su religión esta distorsionada la conciencia estará igual.

También decía Simón Bolívar: “El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política”. Sume usted lo que es la seguridad social: desempleo, salud, educación, vivienda, pobreza, familias, alimentación, pensiones, inseguridad; cómo estamos? En cuanto a la estabilidad política, sume: CNE, TSJ, Contraloría, Defensoría, Asamblea Nacional, entre otros; sume y puede decir que es un claro ejemplo del absolutismo, pues no hay nada que obligue al mandatario a refrenar sus ambiciones. ¿Somos felices la mayoría? ¡No!

Pero Simón Bolívar dijo algo muy importante “La revolución es un elemento que no se puede manejar, es más indócil que el viento”. Sin embargo el presidente dice que los tiempos no son los mismos. (¡Que conveniente!). En todos los tiempos no ha funcionado este tipo de revolución que quiere imponer el Presidente de Venezuela. Así que continuaremos diciendo Nooo… hasta el 2012. Ja..

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